¿Por qué un campo de saber?

Educación Física, un campo de saber en debate es pensado como el espacio donde las voces, ideas y discursos, dialogan en la riqueza de la pluralidad. Se desprende de una posible concepción de la Educación Física como práctica, en la que prácticas, teorías, discursos, posiciones, opiniones, saberes, hacen de la Educación Física lo que está siendo, atravesada por sus prácticas históricamente constituyentes, en convivencia con prácticas que se piensan desde la revisión, desde el repensar e investigar en el campo. Podemos encontrar en la Educación Física prácticas como deporte, gimnasia, juego, danza, recreación y tiempo libre, vida en la naturaleza, entre otras, disputando espacios de pertenencia y/o de pertinencia.

Al tomar la concepción de campo en el sentido bourdiano, se habilita la idea de dinamismo que toda lucha de poder implica, donde todos los actores bajo los discursos que los constituyen tienen algo que decir y dicen, en la medida que las teorías prácticas o prácticas teóricas, en definitiva prácticas discursivas, dan forma a lo que la Educación Física ha sido y está siendo. Esos actores no son más ni menos que quienes día a día se paran en sus clases para poner en juego un saber con sus estudiantes; los estudiantes que confían en quienes les enseñan; los que estudian e investigan; los que forman parte de los ámbitos donde la Educación Física está presente; los que interactúan y conviven en el campo, y posiblemente viven de él. En esta idea de campo es necesario dejar claro que se quita toda connotación negativa al concepto de lucha, sino más bien se la entiende como aquellas lógicas que intentan la legitimación del campo y de sus actores dentro de él. Entendiendo esa «lucha de poder» como la dinámica válida que acontece inevitablemente en todo campo de saber.

El campo de la Educación Física, el protagonismo de sus actores, la circulación de sus discursos, transcurren cotidianamente entre la urgencia de la práctica y la atemporalidad de la teoría, esa cadena de relevos que a su vez articula con los ámbitos donde está presente, los campos con los que limita y los que están dentro de ella diciendo y haciendo, arman una red con implicancias multidireccionales que se organizan bajo lógicas de funcionamiento y materialización.

El debate, siempre que apueste a la pluralidad de prácticas discursivas, constituye la posibilidad de romper con la estanqueidad de posiciones que evitan ser puestas a falsación para conservar cierto statu quo, este «blindaje» de las prácticas discursivas representa un inconveniente cuando tiende a sostener la reproducción. La reproducción, en la mayoría de los casos, se consolida como el piso de la naturalización. El debate y la pluralidad permiten el avance del campo, sin que necesariamente desaparezcan los matices o diferencias, sino más bien habilita la posibilidad de enriquecimiento del saber del campo. Saber que representa ese poder circular y circulante por el que un campo se define como tal  e intenta afianzar sus límites y márgenes, misión u objetivo quizás imposibles, pero que a su vez transforma en apasionante el recorrido en su búsqueda, en el intento de salvar su falta que como consecuencia trae más y más falta.

La pretensión del espacio y la concepción de la Educación Física a la que adhiero, es debatir sobre la Educación Física como deseo de saber, proponiendo el pensar juntos para pensarnos en colectivo bajo las lógicas de un campo discursivo, por lo tanto teórico-práctico-político-significante.

Gustavo Carnevale.