(Parte 2 de 2)
Entre la necesidad de plantearlo y la urgencia de transitarlo
En la entrega anterior planteo la necesidad e importancia de profundizar y continuar en la búsqueda de encontrar una forma de llamar a lo que en estos escritos llamo Educación Física, dado que es una disputa o discusión no saldada, y en el intento de hacerlo puede aparecer -aparecen- relaciones entre diferentes elementos que se implican de tal manera, que al variar alguno de ellos varían los otros, estos elementos son constituyentes. Para mencionar los de mayor implicancia digo que esas relaciones de dependencia y variación se dan entre: formulaciones teóricas, sustentos epistemológicos, objeto de estudio, esto indudablemente generan un efecto de onda expansiva sobre la enseñanza y la práctica de juegos, deportes y gimnasia. En ambas entregas de este ensayo tomo sólo esas tres prácticas corporales que propongo como saberes a ser enseñados por la Educación Física.
Mientras esas discusiones suceden, para los profesores y profesoras de Educación Física opera la urgencia de las prácticas diarias que implica hacer algo en el mientras tanto, sin desvincular la idea de práctica de un constante atravesamiento de aquello que se piensa y dice en el momento de hacer, convencido que no hay teoría que tenga sentido sin la práctica, ni práctica que no esté constituida por teoría, lo planteo en consonancia con la diferencia que existe entre la atemporalidad de la teoría (la problematización, discusión, disputa no saldada) y la urgencia de la práctica (hacer en el hoy, en el mientras tanto).
En este punto es donde me posiciono en una posible definición de Educación Física, con intenciones meramente utilitarias, no por eso vacía de teorización, desprovista de dudas, o caracterizada como respuesta definitiva. Decido considerar Educación Física desde un juego de interacción entre la función de quien enseña, su idoneidad avalada por la titulación que el sistema educativo solicita, los saberes que nuestra cultura le exige poner en juego y los destinatarios de los mismos. Probablemente la definición de cuenta de lo que se ajusta más a una clase de Educación Física que de ésta como campo, disciplina, área o materia, pero no es posible desvincular de ninguna manera la Educación Física con sus clases y viceversa.
Educación Física
El momento donde un profesor de Educación Física[1] pone en juego un saber con el objetivo de enseñar prácticas corporales a sus circunstanciales estudiantes.
Lo que podría desplegarse como: un campo de saber que en una de sus múltiples dimensiones habilita un tiempo y espacio con características inciertas, compartidos entre quién posee la titulación exigida por el sistema educativo, formado con saberes que son parte de la cultura (más precisamente saberes de las prácticas corporales) responsable de su enseñanza por añadidura educador, y quiénes pueden aprender de ese saber puesto en juego constituyéndose como estudiantes, sea por la obligatoriedad del sistema educativo o por decisión personal.
Tanto en su versión simplificada, como en la extensa, sin dudas que quedan límites poco claros y una deuda con la profundización, que se abre un sinfín de posibilidades en sus márgenes y grises, pero en su carácter utilitario declarado me permiten precisar algunos puntos de anclaje con cierta claridad sobre Educación Física para pensarla fuera y dentro de la escuela:
En primer lugar, la centralidad del saber sobre las prácticas corporales: gimnasia, juego y deporte, que se ponen en juego a través de la asimetría entre quien enseña y quien aprende respecto de ese saber.
En segundo lugar, ese saber de las prácticas corporales como determinante de su enseñanza, en la medida que se considera a cada práctica corporal como cultural, conformada y estructurada por lógicas propias distintivas una de las otras[2], aunque puedan relacionarse y encontrarse algunas zonas donde se intersecan y resisten a una definición tajante y precisa.
Por último, la función y responsabilidad que quien las enseña, tras haber sido formado en el sistema educativo que lo responsabiliza en formar sujetos contribuyendo a su educación, a lo que podríamos considerar como sinónimo de contribuir a una sociedad[3] en la medida que cada uno de sus integrantes aprendan a convivir en ella, con sus diferencias, en acuerdo con las normas implícitas y explicitas establecidas como comunidad de pares particulares.
De nuevo la pregunta ¿Entonces…?
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- Cuando se enseña prácticas corporales a quien circunstancialmente está en la posición de estudiante por la asimetría en relación al saber con respecto a quien las enseña.2
- Cuando quien las enseña utiliza las lógicas y estructura de la práctica corporal a enseñar, como estructurante de la enseñanza.3
- Cuando quién enseña actúa como el responsable de hacer que cada práctica corporal se transforme en educativa[4].
- Cuando quién enseña en ningún momento descuida la función de educar para vivir armónicamente en sociedad, que su formación le ha cedido y exige.
Estamos en presencia de Educación Física. Con esta argumentación es que arriesgo afirmar que la Educación Física no sólo está en la escuela, sino que puede decirse que Educación Física es eso que pasa cada vez que enseñamos prácticas corporales sin importar el ámbito donde se enseña, en la medida que convivan con una fuerte presencia estos cuatro puntos.
Por consiguiente, como posible respuesta general a las preguntas de la primera entrega, puede decirse que hay un deporte, una gimnasia, un juego como práctica corporal y las diferenciaciones que continuamente se tratan de establecer, sólo podrían actuar y sostenerse en función de su organización, participación, exigencia, rendimiento, ejercicios, juegos, método o técnica en gimnasia (si seguimos a Giraldes cuando habla de gimnasias) elegidos.
El saber, la responsabilidad, la enseñanza son las mismas, más allá del ámbito o contexto donde las prácticas corporales se ofrecen y quiénes sean practicados por ellas.
Gustavo Carnevale.
[1] Entiendo que no debemos descuidar que es el saber el habilitante para enseñar algo, y que no necesariamente la titulación lo incluye per se o indefectiblemente, pero considero que es un tópico que merece un análisis y desarrollo teórico, fundamentador específico, mucho más amplio. Por el momento decido dar por sentado que la formación permitió la apropiación de esos saberes.
[2] Para ampliar se sugiere consultar Crisorio, R.; Giles, M.; Lescano, A.; y producción de investigaciones llevadas adelante por el Programa de Investigación Científica: Educación Corporal
[3] No es la intención de profundizar las diferencias entre sociedad y comunidad, pero considero importante dejar claro que no son sinónimos, ni que los términos representen dos conceptos muy cercanos, sino más bien son dos conceptos con diferencias sustanciales y determinantes de mucho. Así que son utilizados sólo con la intención de que su hegemonía en el sentido común ayude a seguir el planteo de la entrada.
[4] Las prácticas corporales no son educativas por sí mismas, es la intervención del profesor quien debe hacerlas educativas (Giles, M. 2008)