La clásica posición de considerar la formación de profesores en Educación Física como un dispositivo eminentemente práctico goza de un aceptación hegemónica en el sentido común, aunque a medida que van sucediéndose los cambios curriculares puede escucharse (a modo de reclamo, de análisis, de muestra de cambio o de evaluación) tanto en contra como a favor, que toma formas cada vez más contundentes de dispositivo teórico. Sin embargo es interesante analizar si en realidad no fué y sigue siendo un dispositivo eminentemente técnico.